El rabino Fishel Szlajen, referente en bioética y diálogo interreligioso, se reunió este jueves con Monseñor Marcelo Colombo, recientemente nombrado presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en lo que representó un significativo encuentro interreligioso. Allí, ambos líderes coincidieron en fomentar una cultura de paz y solidaridad frente a los dilemas contemporáneos.
Los participantes destacaron que la relevancia del encuentro radica en la combinación de diálogo interreligioso con acciones concretas que involucran a la sociedad en su conjunto. “Las palabras son el primer paso, pero la acción compartida es lo que realmente transforma realidades”, indicó uno de los asistentes.
A lo largo del encuentro, Szlajen y Colombo discutieron diversos temas de relevancia para el presente y el futuro de la humanidad, especialmente aquellos relacionados con las cuestiones éticas derivadas de los avances tecnológicos, como la inteligencia artificial y el transhumanismo. Ambos líderes expresaron su preocupación por cómo las nuevas tecnologías pueden plantear desafíos para la dignidad humana, particularmente en relación con la manipulación genética y los debates sobre el inicio y el fin de la vida.
En este contexto, resaltaron la importancia de reforzar la educación en valores cívicos y cómo las religiones, con sus respectivas tradiciones y marcos axiológicos, pueden actuar como constructores de puentes y agentes de trascendencia en un mundo cada vez más fragmentado. Según Szlajen, “el desafío no radica en diluir las diferencias identitarias, sino en construir una relación de mutuo respeto y colaboración para el bien común”.
El compromiso compartido por ambos líderes religiosos se vio reflejado en su enfoque hacia la promoción de una ética común en acción. Szlajen, reconocido académico y miembro de la Pontificia Academia para la Vida, y Colombo, destacado por su labor en la construcción de una iglesia abierta y dialogante, buscaron demostrar que el diálogo interreligioso “no es un acto simbólico, sino una herramienta tangible para la resolución de los problemas sociales más acuciantes”.
Conscientes de los desafíos que enfrenta la sociedad actual, desde la polarización política hasta los conflictos ideológicos, los representantes del judaísmo y del cristianismo subrayaron la necesidad de ofrecer respuestas comunes ante cuestiones de carácter social, cultural y medioambiental. Szlajen expresó: “La religión debe ser vista como un recurso para la unidad, no para la división”. La convergencia de ambas tradiciones puede ofrecer un modelo alternativo a la instrumentalización de las religiones en conflictos, mostrando que la cohesión social es posible a través del respeto mutuo.
Además de las discusiones filosóficas y teológicas, el encuentro sirvió como plataforma para presentar un nuevo programa de producción académica interreligiosa. Este proyecto busca generar una comisión encargada de producir documentación académica que aborde cuestiones clave de la agenda nacional e internacional. Inspirado en experiencias previas, como las iniciativas del rabino Szlajen junto al padre Rubén Revello desde la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Pontificia Academia para la Vida, el programa pretende ser un punto de referencia para temas como la libertad religiosa, la educación y la subsidiariedad entre comunidades y credos.
El programa se propone como una plataforma para brindar asesoramiento, guías de acción y recomendaciones basadas en los principios de paz, comprensión mutua y cooperación. Como destacó Szlajen, “este programa tiene el potencial de trascender no solo las fronteras religiosas, sino también las fronteras geográficas, promoviendo un diálogo global”. En este sentido, tanto Szlajen como Colombo resaltaron que las religiones tienen un papel crucial en la formulación de respuestas a problemas globales, siempre que se construyan relaciones de confianza como las que han logrado establecer.
Ambos líderes afirmaron que este tipo de acciones interreligiosas deben tener un impacto más allá del ámbito académico. Para ellos, el verdadero desafío radica en trasladar las conclusiones y propuestas de estos encuentros a los ámbitos sociales, culturales, educativos y políticos. “Las religiones tienen un rol preponderante en la formación de una sociedad más solidaria y en la promoción de una cultura de paz”, afirmó Colombo, quien también remarcó la relevancia de estos encuentros para la construcción de un futuro más inclusivo.
Este tipo de encuentros son esenciales en tiempos donde la polarización y los discursos de división predominan en muchas sociedades. El diálogo interreligioso entre el rabino Szlajen y Mons. Colombo ofrece un modelo alternativo basado en el respeto, la cooperación y la construcción conjunta de soluciones a los desafíos más urgentes. Los dos líderes no solo destacan la importancia de la unidad, sino también el papel activo que deben desempeñar las religiones en la promoción de una sociedad más justa, equitativa y fraternal.
En definitiva, el diálogo entre Szlajen y Colombo no solo apunta a fortalecer la relación entre judíos y católicos, sino que representa un esfuerzo por trascender las diferencias religiosas en aras de un objetivo superior: la paz y el bien común.