La recompra de deuda pública en forma anticipada fue recibida con escepticismo entre los analistas. La percepción es que la operación iniciada el miércoles pasado rendirá sus frutos en el largo plazo, pero en el corto plazo comprometerá las reservas, que sumaron otra vía de goteo, en medio de la escasez de divisas y una fuerte sequía.

“La contracara de esta operación es el uso de dólares escasos, mientras que se ahorran US$ 3.000 millones del pago de deuda en los próximos 8 años, hoy se pierden US$ 1.000 millones en un contexto de fuerte sequía y una meta estructural de acumulación de reservas internacionales (RIN)”, señaló un informe de Equilibra.

La consultora que dirige Martín Rapetti señaló que la operación tiene dos objetivos inmediatos: profundizar la baja del riesgo país y moderar la brecha cambiaria financiera. “Para que los tipos de cambio MEP y CCL caigan, los títulos que cotizan en ambas monedas deberían encarecerse más en dólares que en pesos”, estimó en un reciente trabajo.

Este movimiento, que se vería impulsado por la compra de bonos con dólares por parte del Estado y la suba de pases pasivos que el BCRA implementó en forma simultáneo, no se trasladó del todo al mercado. Al cierre de la semana, los dólares financieros cerro en alza y los bonos en dólares cotizaron con una caída promedio del 2,2%, según Consultatio.

“Este año, las reservas internacionales deben incrementarse en US$ 4.300 millones, un objetivo que ya se veía exigente y se complicaría con el anuncio de esta semana. En cualquier caso, es dificil concluir cuál será el impacto total sobre las reservas ya que, en un escenario alternativo, una brecha demasiado alta también podría haber dificultado la acumulación de divisas”, estimó Equilibra.

Consultatio, en tanto, identificó una “desconexión” entre el plan anunciado y los instrumentos utilizados. Por empezar, “el desempeño espectacular que venían teniendo los títulos no demandaba una ayuda extra”. “El objetivo de bajar la prima de riesgo se estaba cumpliendo sobre bases de mercado y se detuvo a partir del anuncio”, advirtió.

Por otra parte, Consultatio alertó que “comprometer US$ 1.000 millones (equivalente a un sexto de reservas internacionales netas o a un mes y medio de importaciones) para despegar el perfil de vencimientos de 2025 en adelante mientras hay dudas relevantes respecto a la capacidad de renovar el equivalente a US$ 38.000 millones de deuda en pesos que vencen en 2023 es un ordenamiento de prioridades polémico”.

En la misma línea, el director de Econviews Miguel Kiguel cuestionó el “negocio” detrás de la iniciativa de Massa, que redujo levemente el riesgo país a 1.876 puntos. “¿Para que querrías recomprar deuda? La deuda que le quema al gobierno es la deuda en pesos, no la de dólares. No hay vencimientos hasta el 2025, la de pesos vence casi toda este año”, afirmó.

Por otra parte, Fernando Marull, director de FyMA, destacó en un análisis sobre las medidas lanzadas por el gobierno para bajar el dólar paralelo que “son todas las herramientas típicas del Plan Llegar”. “Y eso implica “forzar” variables alejadas del equilibrio. Paga precios de Bonos más altos, tanto en moneda local (TX24) como en dólares (GD30). O similar, vender dólares paralelos mas barato en el mercado”, señaló.

By Matias

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