En las primeras horas de 2023, Alberto Fernández sorprendió con una carta pública en la que anunció el pedido de juicio político contra Horacio Rosatti, presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Sin embargo, por la tarde, el canciller Santiago Cafiero rectificó los dichos del jefe del Ejecutivo y sostuvo: “Es el pedido de juicio político a todos los miembros de la Corte”.
Cafiero, alfil albertista, acompaña a Fernández en Brasilia, donde ambos asistieron a la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente brasileño. Allí aprovechó para hablar del anuncio del jefe del Ejecutivo argentino. E hizo de exégeta de la carta presidencial.
“Esperemos que se dé en los canales institucionales que se debe dar”, dijo antes de enfatizar: “Es el pedido de juicio político a todos los miembros de la Corte, no solamente al presidente de la Corte”.
Al filo de las 10 de la mañana, Fernández había sorprendido con la publicación de un extenso texto. “Estamos iniciando un nuevo año. Dejamos atrás otro que nos deparó alegrías pero que también nos impuso las exigencias propias de una pandemia que no termina y una guerra que nos condiciona poniendo en crisis el desarrollo que tanto necesitamos”, introdujo la carta, firmada de puño y letra, en la que anunció el avance sobre el tribunal supremo.
Después de evaluar el estado de situación argentino, introdujo el pedido de juicio político. En su caso, solo habló de Rosatti. Explicó que se busca investigar “su conducta en el desempeño de sus funciones”. Aunque añadió: “También requeriremos que se investiguen las conductas de los restantes miembros del máximo tribunal”.
Fuerte reclamo del cristinismo, el pedido de juicio político fue puesto en común con los gobernadores peronistas que acompañaron a Fernández después del fallo de la Corte que respaldó a la Ciudad en su pelea con la Nación por la quita de fondos de la coparticipación federal.
Pero ese alineamiento de Fernández a la agenda de Cristina Kirchner tuvo en la voz de Cafiero un paso más allá en el plan.
El Presidente había sido ambiguo en un párrafo. “He convocado a los señores gobernadores que acompañaron al Estado Nacional en su planteo contra la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para que, en conjunto, impulsemos el juicio político al presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Horacio Rosatti para que se investigue su conducta en el desempeño de sus funciones”, escribió Fernández en el décimoprimer párrafo de su texto de dos carillas.
Hasta allí era claro. Pero en una siguiente oración, agregó: “También requeriremos que se investiguen las conductas de los restantes miembros del máximo tribunal”. Esa posibilidad planteada por el Presidente -que no repetía la instancia de juicio político- es la que su canciller salió a dar por decidida.
Qué dijo Santiago Cafiero desde Brasil sobre el juicio político a la Corte
Invitado protocolar y parte de la comitiva oficial del Gobierno, Santiago Cafiero fue a Brasilia junto a Alberto Fernández y allí, en la previa a la asunción presidencial brasileña, le dio una entrevista a la señal oficialista C5N donde habló del plan contra la Corte Suprema, donde explicitó que “es juicio político a todos los miembros”.
“Lo que se determinó en reuniones del Presidente con gobernadores es avanzar en esta investigación que se debe dar en el marco de que se investigue las conductas que ha tenido el maximo tribunal de Argentina, producto que vimos en los últimos meses de intromisiones de un poder sobre otro”, avanzó el canciller.
Y enumeró esos mentados avances “del Poder Judicial sobre el Legislativo [y] sobre el Ejecutivo” al detallar que los cortesanos actuaron “determinando decisiones de Gobierno, presupuestos votados por el Congreso, leyes que se deciden anular”.
“Para nosotros son conductas que se deben investigar. por eso el Presidente se pone al frente del pedido a juicio politico”, resaltó el funcionario del riñón político de Fernández y como voz del gobierno en pleno.
Sin puntualizar en el detalle, dijo que lo cuestionado a la Corte “fueron decisiones que modificaban la practica política administrativa e institucional de Argentina. Tambien que se entrometían con la tarea del Congreso”.
Cafiero agregó que “el periodismo” puso “sobre la mesa un montón de chats” y, con críticas a “miembros de la oposición” consideró que “son conductas que deben investigarse”, en un rulo dialéctico para no explicitar el carácter ilegal del origen de las presuntas filtraciones a las que hacía referencia.