El Rosario Central de Carlos Tevez le ganó este jueves el clásico a Newell´s Old Boys, al que le arrebató el invicto en un emotivo encuentro jugado en el Gigante de Arroyito por la novena fecha del Torneo de la Liga Profesional, que sus jugadores y más de 40 mil hinchas “canallas” celebraron como si fuera un título.
El gol fue convertido por el juvenil delantero Alejo Véliz, de cabeza, en el epílogo del primer tiempo y selló la historia del clásico.
Newell´s jugó mejor en el primer tiempo porque salió con comodidad desde abajo, tocó bien con Pablo Pérez –quien con su experiencia y calidad técnica le otorgó el juego del que carecía en los últimos partidos- y generó su llegada más clara a los 14 minutos.
Esto ocurrió cuando Ramiro Sordo desbordó por la izquierda y mandó un centro atrás que el arquero Gaspar Servio alcanzó a desviar y que el propio Pablo Pérez paró y remató de derecha, pero la pelota pegó en el poste izquierdo.
Rosario Central aparecía incómodo con el planteo del visitante y para colmo a los 7 minutos se lesionó Facundo Buonanotte, su volante más claro, cuando recibió una fuerte falta de Cristian Lema en la zona derecha del área, en una jugada en la que el árbitro Fernando Espinoza podría haber sancionado penal.
Newell´s jugó casi toda la primera etapa como un equipo más experimentado, que dominó la pelota y el campo a partir de que se sentía cómodo con el partido, al extremo que ocupaba mejor los espacios y parecía que tenía un jugador más.
Central era la antítesis porque fallaba en la presión alta con los dos delanteros, no podía cortar el circuito de juego visitante en el medio y sufría con los pelotazos por los costados, como a los 21 minutos, cuando Armando Méndez hizo rápido un lateral a Juan Manuel García, quien se fue solo por la derecha pero remató desviado.
Tevez cambió a los 23 minutos el esquema de cinco defensores y tres volantes para volver al 4-4-2 y no sólo equilibró el juego en el medio sino que llegó por primera vez a los 27 minutos cuando Lautaro Blanco desbordó por la izquierda y mandó un centro al ingresado Gino Infantino, quien se demoró al pararla y permitió a Pablo Pérez que tapara su zurdazo.
Y Central, que había sido inferior en la primera mitad del primer tiempo y que recién había vuelto a llegar con un cabezazo desviado de Jonathan Candia a los 41 minutos, hizo estallar al Gigante de Arroyito a los 43 minutos cuando éste lanzó un tiro libre desde la derecha que el pibe Alejo Véliz, de 18 años, le ganó en el salto al corpulento Lema y la clavó en el ángulo superior derecho de Franco Herrera.
Y el propio Véliz casi lo liquida al minuto del complemento cuando Infantino lo habilitó en gran forma a Blanco por la izquierda, cuyo centro de primera fue empalmado de derecha por el goleador del clásico, pero esta vez Herrera, que podría haber hecho algo más en el gol, esta vez salvó en el primer palo.
Newell’s buscó el empate con centros, pero su llegada más clara fue un tiro libre pasado de Sordo que Willer Ditta remató desviado, a los 22 minutos.
El juez Espinoza, que en algunas jugadas del primer tiempo pecó de localista, le perdonó las amonestaciones y expulsiones a Ditta y Pablo Pérez como para equilibrar la balanza.
El final encontró a los jugadores “canallas” en un festejo “de campeonato” en el medio de la cancha, que continuó hasta la popular de Regatas primero, y a la de Génova después, en una explosión de alegría que desbordó el Gigante de Arroyito y que sólo comprenden los participantes del clásico rosarino, uno de los más apasionantes del país.
Y Carlos Tevez, que dirige a Central hace apenas cuatro partidos, se ganó esta noche un lugar de privilegio en el corazón de los hinchas “canallas”, que lo miraban como “un sapo de otro pozo” cuando vino a dirigir a su equipo, recordado por aquella final del controvertido arbitraje de Diego Ceballos en la Copa Argentina de 2015, pero que hoy empezó a transformarse en Carlitos.