La aplanadora Bayern Munich no paró hasta consagrarse. El equipo alemán se impuso por 1-0 al París Saint Germain en la apasionante final de una atípica edición de la UEFA Champions League, que superó un largo receso y retornó con una fase final en Lisboa como única sede, debido a la pandemia de coronavirus. El único gol del encuentro lo anotó el francés Kingsley Coman de cabeza a los 14 minutos del segundo tiempo. Y así, con puntaje perfecto, el equipo alemán se llevó un título que, por diferentes motivos, será inolvidable.
Los argentinos Ángel Di María y Leandro Paredes fueron titulares en el PSG aunque salieron reemplazados en el complemento, mientras que Mauro Icardi permaneció en el banco de suplentes.
Las primeras alternativas del partido mostraron a los dos equipos con las propuestas conocidas: buscar combinaciones rápidas cuando se tiene la pelota y, cuando no se la tiene, presionar con intensidad para recuperarla.
Dentro de ese panorama, un par de recuperaciones del Bayern es tres cuartos de canchas y alguna buena combinación del PSG encendieron las alarmas, pero en ningún caso terminaron en chances serias de riesgo para los arcos. Navas y Neuer seguían tranquilos en lo suyo.