En lo que configura la peor racha en dos años y a la inversa de la Argentina, el viernes pasado el dólar llegó a diez jornadas consecutivas a la baja en Uruguay y pese a que el lunes cortó esa tendencia al cerrar con una suba de apenas 0,1%, en el mes el dólar acumula una caída de 2,51% y de 3,69% en el año y ya preocupa a los exportadores uruguayos y a la industria del turismo.

Según un artículo publicado por el diario El País de Uruguay, la tendencia descendente del dólar está basada en el aumento global en el precio de las materias primas. Hace una semana, la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) se reunió con las autoridades del Banco Central (BCU) para pedirles “algún tipo de señal” para “que no se permita esta caída tan abrupta” de la divisa estadounidense,

Mientras en Argentina el dólar sigue en alza, a $212.00 para la compra y $215.00 para la venta y una brecha entre el blue y el dólar oficial​ superior al 100%, en Uruguay, el problema es al revés. El “descenso está siendo demasiado drástico”, remarcó la economista responsable de asesoría económica, comunicación y medio ambiente de la UEU, María Laura Rodríguez. Y la preocupación llega a oídos del presidente Luis Lacalle Pou.

La economista remarcó que como cada dólar exportado se cambia por menos pesos uruguayos, esto influye negativamente en aquellas empresas exportadoras cuyos costos están mayoritariamente en moneda nacional.

En el sector exportador señalan que la preocupación afecta principalmente a las empresas industriales que son más intensivas en mano de obra, que tampoco se terminaron de recuperar del perjuicio económico que les produjo el coronavirus.

“No se puede poner en la misma bolsa a toda la exportación, las realidades son diferentes. No todas las empresas están teniendo precios internacionales altos, no todas han logrado una recuperación homogénea y no todas tienen todos los mercados abiertos. Hay muchas empresas exportadoras que están tratando de sobrevivir y superar el bajón que fue el 2020”, afirmó Rodríguez.

A su vez, desde el BCU le contestaron a la Unión de Exportadores que “monitorean” la situación. “Hay algunos instrumentos que [el BCU] puede utilizar para frenar esta caída que nos preocupa mucho. Hay que actuar en tiempo real y no esperar a que caiga mucho porque después la recuperación no es fácil”, añadió la economista uruguaya.

El impacto del dólar bajo en el turismo
La racha de dos años a la baja en el dólar en Uruguay también tiene su impacto en el sector turístico, donde además muestran preocupación por la “compleja situación” tras el parate de la segunda quincena de enero y lo que va de febrero.

El vicepresidente de la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), Francisco Rodríguez, señaló a El País que la baja del dólar “pesa” en el sector, aunque principalmente en el rubro hotelero, que ha visto una “fuerte caída” en el nivel de reservas.

Por otro lado, Micaela Camacho, directora del Instituto de Competitividad de la Universidad Católica, explicó cómo impacta el dólar: “Cuando tenés tarifas en dólares lo ideal es que suba. Además, esto lógicamente influye a nivel regional porque aunque se ha tratado de buscar beneficios económicos, siempre estamos mirando qué tan caros o baratos estamos con respecto a la Argentina”.

Camacho, también economista, remarcó que el descenso sostenido del dólar “tendrá impacto directo en la expectativa de los consumidores”, por ende, el consumo podría verse afectado en los bienes importados dado que son los que dependen directamente del dólar. “Cuando baja el precio aumenta la demanda, sobre todo en compras no muy pensadas”, argumentó Camacho.

“Podría existir cierto incremento en el consumo de bienes durables ante un contexto de precios menores en pesos”, advierte Nicolás Cichevski, gerente de Análisis Económico de CPA Ferrere. Este dato cobra valor dado que la mayoría de los bienes durables en Uruguay son importados.

Miradas con menos preocupación
Mientras para los exportadores ya genera preocupación, otros prefieren analizar los datos en contexto. Para Ignacio Umpierrez, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), la baja del dólar en Uruguay “ha estado en línea con lo que ha sucedido en el mundo desde inicios de 2022”.

Sobre el futuro de la economía uruguaya en relación a los vaivenes globales, Umpierrez señala que “son consistentes con un dólar débil, precios de las materias primas elevados y condiciones financieras que paulatinamente comienzan a volverse menos expansivas pero internalizadas por los mercados” y anticipa “hay fundamentos alineados con que el dólar se mantenga débil”.

A su vez, el economista de PwC, Ramón Pampín también fue cauto: “Esta etapa tiene más carácter de transitoria que de permanente”. Además, afirmó que si bien hay una presión externa al alza sobre el tipo de cambio, habrá presiones a la baja con el incremento de la Tasa de Política Monetaria (TPM) por parte del BCU, que aún no se contrajo.

“Vamos a tener tensión entre estos dos factores, uno presionando al alza y otro a la baja. Creemos que se impondrá el factor internacional, pero todo depende en última instancia del grado de intensidad de cada los incrementos en las tasas; en Uruguay y en Estados Unidos. Incluso da la sensación que en Uruguay se puedan necesitar mayores ajustes de la TPM de los previstos por el mercado”, destacó Pampín.

Según Cichevski, el dólar en Uruguay “ha estado en línea con lo ocurrido en las principales economías de América latina, cuyas monedas se apreciaron en promedio en similar magnitud a Uruguay. En Brasil el dólar cayó 8%, quizás también por un efecto de moderación en el discurso económico de Lula da Silva y teniendo en cuenta que el real ya se encontraba fuertemente depreciado”.

El lunes se cortó la racha de diez días con un aumento en la divisa de 0,1% y se negoció en promedio a 43,091 pesos uruguayos. A su vez, en Brasil, principal mercado de referencia cambiaria, el dólar subió 0,23% y cerró en 5,2106 reales.

By Matias

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