Los controles de precios llevan ya una década en la Argentina. Y a todas luces resultaron ineficientes para controlar la inflación, una de las principales preocupaciones de los hogares del país. Según la consultora Ecolatina, el último congelamiento de precios impulsado por el Gobierno en el último trimestre del año pasado, sumá más presión inflacionaria para los meses posteriores.
La consultora proyecta que la inflación volverá a estar en la zona del 50% este año, presionada en parte por el descongelamiento de las tarifas de los servicios públicos y la aceleración de la suba del tipo de cambio. Pero además, por la actualización de los precios del consumo masivo, que seguirán más de cerca el salto de la inflación núcleo.
En noviembre, el índice de precios de consumo masivo (que está compuesto principalmente por productos empaquetados, y excluye productos frescos como carnes, frutas y verduras) se desaceleró -luego de alcanzar 3,7% en promedio entre febrero y octubre- a 1,5%, pero volvió a crecer 2,9% en diciembre. “Así, el congelamiento pareciera haber tenido un efecto en el muy corto plazo (noviembre), que se habría visto parcialmente diluido una vez que el programa fue modificado”, apuntaron en la consultora.
Hacia adelante, luego de haber cerrado por encima del 50% anual en 2021 y pese a los controles renovados por la Secretaría de Comercio, hay pocos incentivos para que el aumento de los precios de la economía ceda, o por lo menos se desacelere. “El panorama inflacionario para 2022 no luce optimista”, advirtieron los economistas de Ecolatina.
Si durante 2022 se espera, aunque sea una parcial, corrección de los precios relativos ( tanto las tarifas de servicios públicos como la actualización del tipo de cambio estuvieron pisadas en los últimos doce meses) la inercia inflacionaria continuaría presente.
“Es esperable una corrección -al menos, parcial- de estos precios relativos. Por un lado, habría un aumento que, en principio, rondaría el 20% para las tarifas en los próximos meses. Además, el dólar oficial ya aceleró el ritmo de depreciación en las últimas semanas, lo cual da señales de un cambio en la estrategia cambiaria”, señalaron los economistas.
Por otro advirtieron que los precios de los bienes de consumo masivo volverían a acoplarse a la evolución de la inflación núcleo en el corto plazo. “El último congelamiento fue remplazado por un relanzamiento de Precios Cuidados que se caracteriza por contemplar incrementos -en principio- en torno al 2% mensuales. Por lo tanto, no es esperable un efecto “desaceleración” tan marcado como el del periodo noviembre-diciembre de 2021”, explicaron.
Dentro de este análisis, se repetiría el escenario que se dio durante el año pasado, con una suba fuerte de los precios de la economía durante el primer trimestre de 2022. “Se suman algunos factores estacionales (como indumentaria y educación en marzo) que también incidirán sobre la suba de los primeros meses. Esto hace más difícil la coordinación de expectativas a la que apuesta el gobierno”, detalló la consultora.
Así, la suba de los precios podría tranquilamente cerrar el año por encima de 50%, tal como ocurrió en 2021.