La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa que padecen alrededor de 11.000 personas en Argentina y unos tres millones en todo el mundo. A pesar de que se trata de una enfermedad conocida desde hace más de un siglo, las causas que la producen y su cura son todavía un misterio. Sin embargo, este jueves se publicó un estudio que puede comenzar una nueva era en la investigación de esta dolencia.

Un artículo publicado en la revista Science apunta al virus de Epstein-Barr -cuya infección se conoce como mononucleosis o “enfermedad del beso”- como desencadenante de la esclerosis múltiple.

El equipo investigador de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard analizó los datos de una base de 10 millones de soldados estadounidenses y concluyó que la infección por Epstein-Barr multiplica por 32 el riesgo de padecer esta rara enfermedad.

Los científicos aprovecharon que el Ejército de Estados Unidos hace una prueba del virus del sida en el momento del ingreso y la repite después cada dos años, almacenando las muestras de suero sanguíneo.

Los investigadores encontraron menos de mil personas diagnosticadas con esclerosis durante su periodo de servicio militar, y en 801 de los casos se conservaban muestras adecuadas para su reanálisis. La investigación revela que 800 de los 801 soldados habían estado en contacto con el virus de Epstein-Barr.

“Estos resultados -dicen los autores-, no pueden explicarse por ningún factor de riesgo conocido y sugieren que el virus de Epstein-Barr es la principal causa de la esclerosis múltiple”, según afirman los investigadores.

El virus de Epstein-Barr se transmite por la saliva, al besarse o al compartir un vaso. Su huella se detecta en el 94% de los ciudadanos, pero el porcentaje roza el 100% en los enfermos de esclerosis múltiple, según estudios previos del mismo grupo.

Dos expertos independientes, William Robinson y Lawrence Steinman, de la Universidad de Stanford (EE UU), afirman en la revista Science que “es probable que la infección por el virus de Epstein-Barr sea necesaria, pero no suficiente, para desencadenar el desarrollo de la esclerosis múltiple”.

Ambos investigadores esperan que los resultados impulsen las investigaciones para lograr una vacuna contra el virus.

Según recrea el diario El País de España, la vacuna contra esta enfermedad se persigue sin éxito desde los años ochenta, pero se están redoblando los esfuerzos.

La empresa estadounidense Moderna, responsable de una de las inyecciones más exitosas contra el coronavirus, acaba de iniciar un ensayo en humanos de una vacuna contra el virus de Epstein-Barr.

“Sería importante tratar de eliminar el virus”

Alejandro Andersson, neurólogo y director del Instituto de Neurología de Buenos Aires (INBA), se refirió a la implicancia del descubrimiento, consultado por Clarín: “La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central, ciento por ciento neurológica, que ocurre por lo que se llama predisposición genética y por los desencadenantes como sucede en una patología autoinmune. Claro que desconocíamos que el virus de Epstein-Barr o, como se la conoce, la mononucleosis, fuera uno de los posibles desencadenantes, lo cual se transforma en un hallazgo muy importante, con una casuística bien evaluada. Si bien es muy común que un agente infeccioso ataque al sistema inmunológico y lo deje mal seteado”.

“Ahora sería importante tratar de eliminar hasta donde se puede este virus desencadenante para intentar atenuar la incidencia y prevalencia de la esclerosis múltiple”, agregó.

Por otra parte, Andersson, que está al frente del INBA desde 1987, dice que en la Argentina la esclerosis múltiple tiene una incidencia de pacientes de 30 por cada 100 mil habitantes, uno de los más bajos del mundo. “Y podemos decir que gracias a los medicamentos inmunomoduladores, orales e inyectables que empezaron en la década del ’90, prácticamente que la congelás a la patología. Tengo la experiencia de tener muchos pacientes que tienen controlada la enfermedad”.

Señala Andersson que los países con mayor prevalencia de pacientes son los nórdicos 250/300 por cada 100 mil personas. “¿A qué se debe esto? Según estudios realizados, se debería a la predisposición genética de los vikingos, concentrados en esa región”.

Andersson considera que “el hallazgo es positivo, pero afortunadamente hoy tenemos importantes herramientas para el control de esta patología. Pero hubiera sido un bombazo esta noticia si estuviera relacionada a la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), enfermedad para la cual no hay ningún tratamiento eficiente”. No obstante, enfatiza que “todo descubrimiento es bienvenido para entender mejor el mecanismo de acción para desarrollar tratamientos más eficaces. A partir de ahora, será vital evaluar qué estrategia se puede implementar para tener un control de la mononucleosis, principal desencadenante, según la publicación de la revista Science, de la esclerosis múltiple”.

By Matias

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