El ministro de Economía, Martín Guzmán, destacó los avances en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y señaló que el acuerdo de refinanciación es necesario para evitar “una situación muy desestabilizante”.
“Con el FMI se está avanzando y en dos frentes: el primero, en construir un sentido común en la geopolítica sobre lo que la Argentina necesita, y construir esos apoyos, eso se hizo con la reestructuración con los acreedores privados para que el proceso terminase bien, y lo mismo se está haciendo ahora”, dijo el Ministro en una entrevista publicada este viernes en El Cronista.
Explicó que “es el momento en el que se busca resolver problemas como los sobrecargos. Evitarle al país en el futuro tener que hacer más desembolsos de dólares”.
“Desde el punto de vista técnico, se ha ido avanzado en construir entendimientos en cada una de las instancias de negociación que hemos venido llevando a cabo en los últimos nueve meses. Lo que buscamos es que el acuerdo sea bueno y para eso estamos trabajando”, agregó.
Remarcó que “la razón por la cual debemos tener un acuerdo con el FMI es para resolver la situación dramática en la que dejó a la Argentina el gobierno de Juntos por el Cambio. Porque la Argentina hoy no tiene la capacidad de pagar US$ 45.000 millones en tres años. No hay forma de hacerlo. De modo que si no tuviésemos un acuerdo, enfrentaríamos una situación muy desestabilizante. Y lo que estamos haciendo es evitar que esa situación en la cual nos dejó Juntos por el Cambio, efectivamente ocurra”.
Recordó que “entre el año 2018 y 2019, la administración de Juntos por el Cambio acordó un préstamo récord” que “se utilizó en financiar salidas de capitales. La Argentina se empobreció debido a ese acuerdo con el FMI y por otro lado, por pagar deuda a acreedores privados que ya estaba en situación de insostenibilidad”.
Dijo que “si Argentina no le debiese al FMI u$S 45.000 millones no tendría ningún problema de balanza de pagos, porque la deuda con los acreedores privados ya ha sido reestructurada”.
Por otra parte y consultado sobre la inflación, dijo que “hay que diferenciar lo que se hizo entre 2015 y 2019 y lo de ahora. Cuando se dijo que la inflación se podía bajar a niveles de un dígito, no solamente eso no ocurrió sino que eso terminó yendo en la dirección contraria, creciendo a niveles muy dañinos para la capacidad de poder adquisitivo de las personas, la pobreza y la igualdad. Terminó en 53,8% en 2019”.
“Reducir la inflación es un proceso que requiere de abordar todos los problemas estructurales que se le han dejado a la Argentina. Y requiere de un rol del Estado fundamental en la coordinación incluyendo políticas de precios e ingresos. No es algo que se logre de un día para otro y además hay factores que escapan a la Argentina, que es lo que ha ocurrido en el mundo con la inflación de commodities y alimentos”, señaló.
Afirmó que “lo que hoy vemos es que la inflación intermensual está bajando. Nosotros habíamos dicho que marzo iba a ser el mes de inflación mensual más alta, y lo fue. En abril fue más baja y en mayo más baja y ahora la de junio, más baja que la de mayo. Y eso es lo que esperamos que continúe en los meses próximos”.
Acerca del dólar, sostuvo que “la estabilidad de la brecha cambiaria es un objetivo de la política económica. La brecha cambiaria se redujo entre 70 y 90 puntos porcentuales en un período de cuatro meses. Lo cual fue muy importante para contribuir al proceso de la estabilización y la recuperación económica”.
Remarcó que “el tipo de cambio que realmente importa para las importaciones es el oficial y ahí nosotros tenemos una política bien definida que se viene manteniendo. Y vamos adaptando las normativas en función de la evolución que van marcando esos mercados”.