En el marco de la reunión de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), que se realiza por primera vez en la Argentina, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cuestionó duramente a los piqueteros, a los que calificó como “extorsionadores de la gente”, y defendió la política que impulsó para que no hubiera más cortes de calle.
“A nosotros nos dijeron ‘ustedes no van a poder hacer el ajuste que está planteando el presidente Javier Milei. No lo van a poder hacer porque el país va a explotar, porque el país va a estar lleno de piquetes”, recordó la funcionaria.
Al respecto, aseguró que el plan de la actual gestión era solamente “devolverle a la gente el dinero que se iba en burocracia estatal, que se iba en 22 ministerios, que se iba en empresas totalmente fundidas, que se iba en la corrupción política”.
“Los que conocen Buenos Aires y el resto del país, y los que no, les cuento que durante 25 años la Ciudad de Buenos Aires, la capital de los argentinos, estuvo tomada por grupos llamados sociales, que eran extorsionadores sociales de la gente”, remarcó.
En este sentido, Bullrich explicó que una de las primeras movilizaciones en contra de la administración libertaria fue “el 20 de diciembre, cuando todavía ni siquiera sabían qué iba a hacer el Gobierno, nada más que para intentar imponer una gobernabilidad extorsionada por ellos, que querían seguir dominando sindicatos, organizaciones sociales, partidos políticos”.
“Querían extorsionarnos la gobernabilidad para que todo siguiera igual, el Estado siguiera siendo un peso muerto sobre los argentinos. ¿Y qué hicimos? Dictamos un protocolo contra los piquetes, contra los bloqueos. Y el día 20, diez días después de haber asumido, hicieron una movilización con ese protocolo. No lo dejamos tocar la calle, los metimos en la vereda y de esa manera comenzamos a mostrar la importancia que tiene para un país el orden público. Porque el orden público es la tranquilidad de las familias”, destacó.
La titular de la cartera de Seguridad celebró que Milei consiguió “que el mayor ajuste que se ha hecho sobre la burocracia política, sobre la casta, se hiciera con la mayor paz social, con la mayor paz social”.
Para la ministra, “las organizaciones piqueteras eran pantallas para lavar dinero y robarle la plata a los que recibían subsidios”, razón por la cual “hoy hay 84 procesados por lavado de activos”.
“Hemos logrado el año más importante. Yo les quiero contar que en la Argentina había 9000 piquetes por año. Hagan la cuenta. Sábados y domingos no trabajaban, así que era de lunes a jueves. En general, los viernes poco también. Se tomaban el viernes medio libre. Entonces, hagan la cuenta. Más de tres por día. Imposible vivir. Imposible que haya inversiones”, criticó.
Sobre este punto, Bullrich defendió también la reforma laboral aprobada por el Congreso, que incluye un apartado vinculado con la prohibición de bloquear empresas como método de protesta, que afectaba a “petroleras, mineras y compañías lácteas”, entre otras.
“Les dimos libertad a los trabajadores que quieren trabajar. Y hoy en la Argentina se terminaron los bloqueos de las empresas, porque queremos un país de trabajo, donde los empresarios sientan que pueden ser empresarios y ganar su dinero y los trabajadores no se sientan extorsionados”, comentó.
Por último, la funcionaria precisó que el presidente Milei, que cerrará hoy el congreso de la CPAC, le dio la orden “de dar vuelta esta teoría en la que la libertad era para los delincuentes y la sociedad estaba apresada”.
“Nosotros hoy estamos, para eso, mandando un paquete de leyes que ya está a punto de ser votada. La primera que hemos mandado, asesorados por Italia, tiene que ver con lo que pasó allá con las mafias. Por eso le llamamos ley anti mafias, que ya tiene media sanción y va a ir ahora al Parlamento en estos días. Nos permite no ir ya contra cada uno individualmente de los miembros de una banda criminal, sino que vamos contra toda la banda”, celebró.
De esta manera, según detalló, “el que pertenezca a la organización va a tener la misma condena que el máximo líder, es decir, todos van a tener una pena de 130 años. Para que no nos quieran jorobar”, remarcó.