Esta noche se enfrentan Boca y Patronato, el campeón de la última Liga Profesional frente al ganador de la Copa Argentina, en el marco de la Supercopa Argentina. Un encuentro con cierta importancia para los dos. Por el lado del Xeneize, de quedarse con la victoria, podría convertirse en el más ganador de la historia del fútbol argentino, superando a River por un título. Y para los de Paraná se trataría de repetir las sensaciones de la temporada pasada donde, a pesar del gran torneo que hicieron de levantar un trofeo nacional, terminaron perdiendo la categoría. En ese contexto, también aparecen historias. Y hay una particular. La de un jugador que pasó por el club de la Ribera, aunque no tuvo su chance de mostrarse con la camiseta azul y amarilla y esta noche podría convertirse en el verdugo menos esperado.
La historia de Nazareno Solís y Boca es una historia de desencuentros. Un jugador que nunca terminó de afianzarse desde su llegada al club hace siete años, sin importar el paso de los diferentes técnicos. Así es como también Hugo Ibarra le comunicó al jugador de 28 años durante la última pretemporada que no sería tenido en cuenta. Y allí apareció Patronato, que se mostró interesado en él y le dio la oportunidad cuando buscaba rearmar su plantel tras su descenso a la Primera Nacional.
Así es como el el delantero zurdo extendió su contrato con el Consejo de Fútbol, armó las valijas y partió hacia Paraná para cumplir su contrato, con opción de compra, y confirmar su sexto préstamo en los últimos seis años.
Solís debutó como futbolista profesional en Villa Dálmine en 2014. Allí tuvo buenos rendimientos, demostrando explosividad y agilidad, lo que lo puso en la mira de un Talleres de Córdoba recién ascendido a la primera división que consiguió su pase en el año 2016. Ahí es donde da el salto grande y con tan solo seis meses de buen nivel en la T, Boca puso los ojos en él.
El extremo nunca dudó en aceptar la oferta del Xeneize, selló su llegada a mediados del mismo año y confesó ser hincha del club. No obstante, lo que comenzó siendo un sueño, poco a poco iría apagándose ante la falta de oportunidades.
Un plantel dirigido por Guillermo Barros Schelotto y repleto de jugadores en cada posición del campo hicieron que la historia de Solís en La Boca fuera truncándose poco a poco. Apenas llegó a disputar seis encuentros en el campeonato local que más tarde el Xeneize terminaría ganando.
Tras el título y un paso con pocas oportunidades, cinco cesiones son las que atravesaría Solís previo a su llegada al vigente campeón de la Copa Argentina. El primero de ellos se dio en Huracán (diez partidos sin goles); luego jugó en San Martín de San Juan (quince encuentros con un gol y tres asistencias), Aldosivi (estuvo en campo en diecisiete oportunidades, aportando dos tantos y un pase gol), OFI Creta de Grecia (once encuentros con un gol) y Alvarado de Mar del Plata (volvió a mostrar su nivel en 28 apariciones con tres dianas).
Así es como el futbolista terminó recalando en Patronato, donde ya vistió la camiseta en tres oportunidades. Ahora, el objetivo prioritario del club es volver a Primera. Pero también tiene citas de lujo, como el debut del club en Copa Libertadores y la de esta noche, donde se enfrentará nada menos que con Boca, desde las 21.30 en buscar ganar, esta noche a partir de las 21:30 en el Estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero. Allí quizá Solís tenga su revancha y nada menos que contra el club de sus amores.