Las elecciones presidenciales en Brasil son uno de los focos de interés de la Argentina y los demás países de la región debido a al rumbo económico y comercial que podría surgir en base a quien sea el candidato que se imponga ya que se trata del mercado más poderoso de la región y, según especialistas, es el que “marca el rumbo” del Mercosur.
De ahí la importancia de la compulsa electoral, hoy polarizada por las figuras del líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva y del actual mandatario Jair Bolsonaro.
Julieta Zelicovich, magister en Relaciones Comerciales Internacionales, en declaraciones, dijo que “el comercio en un gobierno de Lula puede ser un medio para preservar y recuperar las agendas social e integracionista de América Latina”.
Consideró además que con Lula puede haber “mayor cercanía política de los presidentes tendiente al diálogo y la cooperación en todas las coyunturas que se trabajan, en las cuales Argentina y Brasil disputan por las políticas comerciales, y también tener una mesa de negociaciones más aceitada”.
Respecto al vínculo comercial Argentina-Brasil, Zelicovich remarcó que “haciendo un recorte de 10 años para acá, la relación comercial cada vez importa menos para el lado brasilero” y -continuó- “esto genera miradas diferentes, sobre todo en aquello que tenemos en común que es el Mercosur”.
Por su parte, el director de la consultora Abeceb, el economista Gustavo Perego, remarcó que Bolsonaro “les va a pedir a los socios del Mercosur seguir avanzando con los acuerdos de apertura”.
“Con Bolsonaro se va a ver un Brasil mucho más fuerte y rápido en la apertura de nuevos mercados, acuerdos de segunda generación (fitosanitarios, de estándares, de inversión), pero van a pedir que el Mercosur abra más en la protección”, vaticinó.
“En el caso de Lula, todos creen que va a haber una política de mayor coordinación con los países de la región y que va a frenarse ese proceso de apertura”, afirmó Perego.
Asimismo, aseveró que “Brasil siempre va a liderar por peso y va a marcar el rumbo porque cuando Brasil quiere, los acuerdos de libre comercio ocurren y cuando no, no ocurren: el que gane la elección en Brasil va a marcar un poco los tiempos del Mercosur”, postuló el economista.
Por otra parte, consideró que “el laburo que ha hecho Daniel Scioli en la Embajada en Brasil realmente es muy bueno porque ha entendido la lógica del poder en Brasilia con Bolsonaro y eso ha ayudado bastante a tener una buena relación entre los países”.
Ese vínculo económico y comercial “tiene una consolidación que viene de hace décadas, con lo cual, “puede haber cambios de gobierno, pero se mantienen las lógicas comerciales adentro de las empresas, de las multinacionales”, puntualizó.
El economista jefe de la FIDE, Nicolás Zeolla, dijo que “dado el peso de Brasil como socio industrial central del Mercosur, Argentina tiene un ciclo de actividad económica, especialmente industrial, muy correlacionado” con ese país, con lo cual, “un Brasil creciendo es un gran impulso para nuestra economía”, puntualizó.
“En términos del Mercosur, Brasil está pendiente de resolver el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea”, declaró Zeolla, quien remarcó que “Bolsonaro es defensor y promotor de ese acuerdo y otros bilaterales que irían en contra del espíritu del bloque, en tanto que “con Lula se volvería a una sintonía de cooperación regional”.
Otro especialista consultado, Tomás Bontempo, licenciado en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador, dijo que “la política exterior de Bolsonaro viró a Brasil hacia la desamericanización, haciendo del distanciamiento de Latinoamérica uno de los ejes de su híper-ideologizada política exterior”.
Remarcó que Bolsonaro “no considera importante el mercado regional ni tampoco que el país necesite de sus socios regionales para desempeñar el papel de jugador mundial”.
Con Lula, en cambio, Brasil “podría retomar un rol más activo en la región con medidas destinadas a priorizar la cooperación sur-sur”.
Una pauta para ello es “reimpulsar la alianza estratégica con Argentina”, dijo el licenciado.
“En términos comerciales existe la voluntad de construir una relación estratégica con Argentina y los impulsos centrífugos que generan los vínculos comerciales crecientes con el sudeste asiático”, explicó.