Desde el banco de suplentes vio Facundo Campazzo la increíble pero valiosa victoria de Denver Nuggets por 107-106 ante Golden State Warriors, en condición de visitante, por una nueva jornada de la temporada regular de la NBA.
El cordobés, que venía de sumar una buena cantidad de minutos en los últimos tres compromisos, quedó fuera de la rotación en la madrugada de este jueves debido al regreso de Monte Morris, tras superar una conmoción cerebral por la cual ingresó en el protocolo de cuidados.
De hecho, Morris, la primera alternativa que últimamente manejó Michael Malone para el puesto de base en los Nuggets, se transformó en el héroe de la noche en San Francisco, ante el segundo mejor equipo de la Conferencia Oeste, al anotar el triple ganador tras una asistencia de Nikola Jokic, quien una vez más fue el valor más destacado de Denver en líneas generales.
Pero antes de llegar a ese momento de alocados festejos en el cierre del juego, el conjunto de Campazzo debió trabajar y mucho para llevarse a casa la victoria. Es que, a falta de tres minutos y corriendo desde atrás a los Warriors, el equipo visitante comenzó a apostar a cortar el juego rápidamente con el fin de que el local no acertara sus libres y así tener más chances de limar la distancia.
El objetivo se cumplió parcialmente, porque a falta de un minuto, Gordon, tras asistencia de Jokic, redujo la distancia con respecto a Warriors a nada más que tres puntos. Y con 14 segundos en el reloj, los Nuggets pasaron al frente por la mínima diferencia.
Fue en ese momento que Stephen Curry, líder de Golden State y figura estelar de la NBA, volvió a ponerle picante al partido al anotar un doble y sacar una falta, que también convirtió. Así, los Warriors pasaron al frente por dos unidades.
Le quedaba la última jugada a Denver. Era una acción a todo o nada y la responsabilidad, naturalmente, recayó en Jokic. Pero el Joker tenía una carta decisiva bajo la manga.
El serbio, autor de 35 puntos y 17 rebotes, recibió sobre el sector izquierdo, con 5.9 segundos por delante y avanzó hacia la zona pintada pese a la marca de Kevon Looney. Seguramente era una acción que Golden State esperaba, porque rápidamente salió otro hombre a cortarle el paso e impedirle el tiro. Y lo logró, en una acción que merece ser contada aparte.
El tiro ganador
Sin embargo, con lo que no contó la defensa local fue con la genialidad de Jokic, quien tuvo la claridad suficiente para abrir la pelota hacia la banda derecha, donde encontró a Morris, a 45 grados del aro. El armador nacido en Michigan ajustó la mira, armó el tiro y selló su regreso soñado con el triple ganador.
Todo Denver celebró con la conversión sobre la chicharra. Los jugadores que estaban dentro del campo en los instantes decisivos se fundieron en un abrazo con los suplentes que ingresaron corriendo desde el perímetro de la cancha, a excepción de Campazzo, quien apretó los puños después del triple pero quedó algunos metros detrás de sus compañeros.
Ya en el vestuario, al cordobés se lo ve con claridad en las imágenes que difundió Denver y que muestran al entrenador entregándole una distinción a Morris, en la continuidad de los festejos.
El base argentino, quien venía de tener 29 minutos con 14 puntos ante Boston Celtics, 23 minutos y 6 unidades contra Toronto Raptors y 19 minutos y 5 puntos frente a Orlando Magic, deberá esperar hasta después del Juego de las Estrellas de la NBA para tomarse revancha de su falta de acción.
Es que el siguiente juego de Denver, que tras ganar su quinto partido de los últimos seis disputados se mantiene sexto en el Oeste, está programado para el viernes 25 de este mes, a las 0 de Argentina, frente a Sacramento Kings en condición de visitante.