Real Madrid se consagró campeón de la Supercopa de España. Lo consiguió tras vencer por 2-0 a Athletic de Bilbao en el estadio King Fahd de Ryad, en Arabia Saudita. El croata Luka Modric y el francés Karim Benzema, de penal, anotaron los goles del conjunto de la capital española, que llegó a su duodécima consagración en este certamen y cortó una racha de un año y medio sin títulos, una enormidad para la Casa Blanca. Sobre el final del partido, después de que Eder Militao viera la tarjeta roja en el Merengue, Thibaut Courtois le contuvo un disparo desde los doce pasos a Raúl García.

Los de Carlo Ancelotti, sin ofrecer su mejor versión, volvieron a demostrar que son un equipo muy sólido y no necesitaron asediar el área de Unai Simón para que el partido cayera de su lado sin pasar apuros. Por su parte, los de Marcelino Toral, que estuvieron lejos de su mejor nivel, pierden su tercera final de las cuatro que disputaron en el último año.

El bloque bajo del Athletic Club, como era de esperar, dificultó mucho las transiciones del Real Madrid que tanto daño hicieron al Barcelona en semifinales y provocó un cortocircuito que sacó del juego a Vinícius Junior. Así, el peligro en los contraataques fue sobre todo del equipo de Marcelino Toral, que en el minuto 10 reclamó un penal por mano de David Alaba que el árbitro César Soto Grado consideró como involuntaria.

El equipo vasco apareció en el partido muy bien plantado en el campo, sin mostrar fisuras. A causa de ello, el Real Madrid tuvo que probar fortuna desde afuera del área. En el minuto 17, Benzema obligó a la estirada de Simón para mandar la ocasión de gol al córner.

Dicen que cuando una cosa funciona mejor no tocar nada. Y ése es el principio que siguió Marcelino a la hora de confeccionar el once de la final. De inicio, salieron los mismos jugadores que ante el Atlético de Madrid en semifinales y el héroe que dio el pase a la final, Nico Williams, volvió a esperar su oportunidad en el banco.

En cambio, el Real Madrid hizo tres cambios respecto al ‘clásico’. Al ya mencionado David Alaba, que llegó a tiempo para ser titular en la final tras perderse la semifinal ante el Barcelona por unas molestias en los isquiotibiales, se le sumaron Lucas Vázquez y Rodrygo, quienes entraron por Dani Carvajal, baja por Covid, y Marco Asensio, sin minutos por molestias musculares.

La siguiente oportunidad de gol blanca llegó en el minuto 27, cuando un saque de esquina lanzado por Toni Kroos encontró la cabeza de Casemiro, que remató forzado pero con la suficiente buena dirección como para que Simón tuviese que volver a despejar a córner.

El encuentro avanzaba de la manera que le convenía al Athletic, sin que sucediesen cosas importantes, sin que sufriese demasiado para mantener su arco en cero. Pero el Real Madrid necesita muy poco para ser letal. En el minuto 38, Rodrygo le dio un pase atrás a Modric para que el croata, desde la medialuna, batiera a Unai Simón con un disparo ajustado al palo izquierdo.

Y el King Fahd lo celebró de forma unánime. La grandísima mayoría de aficionados fueron madridistas, hechizados por Benzema, y hasta silbaron al Athletic en algunos momentos. De hecho, requirió esfuerzo encontrar alguna camiseta del equipo vasco entre los 30.000 espectadores que permitieron las medidas sanitarias del coronavirus.

En un primer momento, Marcelino no demostró la menor intención de cambiar el planteamiento de su equipo tras el gol, esperando su momento de gloria para devolverle el golpe al Real Madrid. Y éste estuvo a punto de llegar cuando ya asomaba el descanso. Oihan Sancet ejecutó un disparo bombeado que lamió el travesaño de Courtois.

Pero, ya en la pausa, Marcelino decidió darle un nuevo aire al equipo introduciendo en el terreno de juego el atrevimiento de Nico Williams. El futbolista de 19 años no tendría prácticamente tiempo de intervenir en el juego antes de que un disparo de Benzema impactase en el brazo derecho de Yeray, y esta vez sí, tras revisar el VAR, el árbitro señalara penal apenas arrancado el segundo tiempo.

El mismo delantero francés fue el encargado de transformarlo en gol a los 7 minutos con un disparo fuerte y colocado a la derecha de Unai Simón, que le adivinó el costado, para poner el 0-2 en el marcador.

Así como en la semifinal ante el Atlético de Madrid el conjunto de Marcelino fue capaz de reaccionar con esplendor a la desventaja, esta vez no supo sobreponerse al potencial del equipo más en forma de España en lo que va de curso. De todas maneras, Raúl García hubiese podido cambiar el trámite si su cabezazo en el minuto 19 hubiese encontrado el arco.

En el minuto 86, otro remate de cabeza del jugador pamplonés impactó en la mano izquierda de Éder Militao cuando la pelota se dirigía al gol y el árbitro, otra vez tras revisar el VAR, decretó penal y expulsó al central brasileño. Pero el disparo del mismo Raúl García lo despejó Courtois con su pierna izquierda y sentenció el título para los blancos.

Desde 1958, el Athletic Club y el Real Madrid no se encontraban en una final. Hace 64 años los Leones se impusieron por 2-0 a los Merengues, con goles de Arieta y Mauri, en el partido decisivo de la Copa del Generalísimo en el Estadio de Chamartín.

El resultado se volvió a repetir. Pero esta vez fue a favor del cuadro blanco y, de esta manera, el Real Madrid logró la duodécima Supercopa de España de su historia y se queda a tan sólo una del Barcelona, el equipo que ha logrado más.

By Matias

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