El ministro de Economía, Martín Guzmán, recibe este miércoles a gobernadores provinciales para informarles sobre las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, una reunión que levantó polvareda en los últimos días y que expuso fuertes diferencias entre el oficialismo y la oposición, así como al interior de Juntos por el Cambio.
Durante el encuentro, Guzmán admitió que no hay acuerdo con el Fondo sobre el “sendero fiscal” del país. El presidente Alberto Fernández, quien acompañó la exposición del ministro, señaló: “Para nosotros la palabra ajuste está desterrada en la discusión con el FMI”. También aseguró que no habrá “tarifazos”.
Según la lista difundida por el Gobierno, participaron del encuentro de forma presencial 12 mandatarios provinciales: Axel Kicillof (Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Óscar Herrera Ahuad (Misiones), Omar Gutiérrez (Neuquén), Arabela Carreras (Río Negro), Omar Perotti (Santa Fe) y Osvaldo Jaldo (Tucumán).
Alberto Rodríguez Saá, Alicia Kirchner y Gerardo Zamora participaron de forma remota. El resto de los mandatarios, salvo Horacio Rodríguez Larreta, enviaron representantes.
“Entramos en momento de definiciones con el FMI. Argentina tiene problema de deuda muy grave: se incrementó con acreedores privados en 100 mil millones de dólares en 2015-2019. Y se incrementó con el FMI en 45 mil millones de dólares en el mismo período. Eso nos generó un fuerte condicionamiento, que no solo se genera hoy sino en los años venideros. De hecho discutimos cómo reestructurar una deuda que, en el mejor caso, se tendrá que pagar en diez años”, señaló el Presidente en el inicio del encuentro.
Y agregó: “Vamos a lograr una reestructuración conveniente para Argentina. Pero no es un punto de llegada, es un paso dentro de otro pasos”.
Luego llegó el turno de Guzmán, quien mostró distintos gráficos para hablar de los compromisos que debe afrontar el país. “Claramente esta situación de los próximos años, pagos programados al FMI, no es sostenible. Se tomó una deuda a pagar en un plazo que solo podía pagarse si se daba lo que sostenía al tomarla: un shock de confianza en privados y que iban a traer financiamiento a la Argentina. Sabemos que nada de eso sucedió. Al contrario, la situación económica empeoró profundamente”, señaló el ministro.
El funcionario llamó a “no tener condicionamientos en pagos de deuda al FMI ni en políticas” y aclaró que “el acuerdo que buscamos no va a resolver todos los problemas del endeudamiento en Argentina”.
Y agregó: “Va a quedar trabajo por hacer, es tal la magnitud del problema que va a llevar años resolverlo”.
Con una filmina, Guzmán explicó que la propuesta argentina tiene cuatro ejes centrales: el aspecto fiscal, la inflación, la cuestión monetaria y financiera, y el frente externo y tipo de cambio.
“Desde la inflación, se plantea que no es solo fenómeno monetario, sino que se deben atacar todas las dimensiones. Que las exportaciones puedan crecer de forma sostenida, de ahí salen las divisas que permiten crecer al tiempo que mantenemos la estabilidad cambiaria”, señaló el ministro.
Sobre las negociaciones, aseguró que el punto en el que no hay acuerdo es el aspecto fiscal. “El sendero fiscal es el punto donde hoy no hay acuerdo con el FMI”, indicó.
Y agregó: “Ha habido una reducción del déficit sobre la base de recuperación económica, con más recaudación. Se logró una política fiscal contracíclica, que contribuyó a la recuperación económica y a bajar el déficit primario. Se plantea ordenar esto de manera gradual, que el Estado pueda llevar adelante políticas públicas que den más dinamismo productivo”.
Sobre cuál es la postura del país en las negociaciones, señaló: “Nosotros nos ponemos la camiseta de Argentina y cada quien tiene que definir qué camiseta tiene puesta”.
“No es una cuestión de visiones, es una cuestión de intereses en juego. ¿Cuáles son los intereses de los acreedores? Cobrar lo antes posible. Si Argentina hace un programa recesivo, hay menos importaciones, hay más superávit, más dólares para qué, para pagar deuda. Pero nuestra visión es asegurar la recuperación económica argentina, atacar los problemas de pobreza, empleo. Para nosotros la prioridad es seguir por el crecimiento, para otros puede ser diferente. Por eso es importante que actuemos con la firmeza que corresponde para defender los intereses como nación”, afirmó Guzmán.
Luego, con críticas a la gestión económica del gobierno de Mauricio Macri, el ministro repasó los detalles del informe publicado por el FMI en el que se analizó los problemas del préstamo que otorgó a la Argentina en 2018.
“El 22 de diciembre se hizo una evaluación del FMI. Es valioso por lo que dice. Y nos pone en un lugar más positivo para trabajar en un acuerdo”, sostuvo.
Luego, Guzmán defendió las políticas de control de precios y habló de la necesidad de obtener apoyo internacional para alcanzar la mejor negociación posible con el Fondo.
El ministro aseguró que para el FMI es clave que lo que se acuerde tenga el apoyo de todos los sectores políticos. “El Fondo dice que entiende ahora que para que el programa sea un programa del país tiene que tener un apoyo social amplio. Y es por eso que el Gobierno ha planteado que debería ser ley que todo programa con el Fondo Monetario Internacional sea aprobado por el Congreso”, señaló.
Al repasar el calendario de pagos, Guzmán insistió en la necesidad de que el FMI modifique sus prácticas. “Buscamos que el mundo revise esta política tan dañina de sobrecargos de interés que cobran a país con préstamos por encima de cierta cuota. Son los países en crisis, que terminan financiando los gastos operativos del FMI. Lo cual no es ético”.
“En términos absolutos no existe un buen acuerdo. El mundo no cuenta con opciones que nos permitan generar un perfil mucho más suave en el tiempo de los pagos. Lo que existe es un acuerdo bueno en términos relativos: que nos permita dar un paso adelante para que Argentina siga en la senda de la recuperación y que tenga más tiempo para seguir resolviendo el problema grave del endeudamiento con el FMI”, analizó el ministro.
Para cerrar, Guzmán insistió en la necesidad de que haya apoyo de todo el arco político. “Si actuamos como Estado nación y estamos todos sentados a esta mesa, somos más fuertes ante el mundo y tenemos más chances de que nos vaya mejor”.
Tras la intervención de parte de los gobernadores presentes, el Presidente afirmó que el acuerdo en el que se está trabajando no contempla tarifazos en los servicios públicos.
“No vamos a firmar un acuerdo que suponga un aumento tarifario excesivo. No hay ninguna posibilidad de que la Argentina tenga tarifazos en el año venidero y los subsiguientes. Mientras estemos gobernando, las tarifas tendrán que corregirse de un modo razonable y considerando los ingresos”, afirmó.
Foto fallida y críticas a la oposición
La cita tuvo lugar en el Museo del Bicentenario de Casa de Gobierno, después de varios días con polémicas. Es que la intención de Alberto Fernández era reunir alrededor de una misma mesa a los mandatarios provinciales de todos los colores políticos, a empresarios y sindicalistas. Así, buscaba concretar una fotografía de unidad que fortaleciera la posición argentina ante el FMI.
Sin embargo, los gobernadores de Juntos por el Cambio rechazaron esa invitación. Afirmaron que se asemejaba “a una reunión política más que a una reunión institucional de trabajo”. Y aunque el Presidente desarmó esa mesa y limitó la convocatoria de este miércoles al bloque político, siguieron las diferencias entre oficialismo y oposición.
Horacio Rodríguez Larreta -el jefe de Gobierno porteño no se habla hace meses con el Presidente- mantuvo su posición de no asistir al encuentro. Los gobernadores que pertenecen a la UCR tampoco acudieron, aunque -tras idas y vueltas- mandaron representantes al cónclave, en el que Guzmán explicará la estrategia en las charlas con el FMI por la deuda del préstamo de US$ 44.000 firmado en 2018.