Ve la camiseta amarilla y se transforma. Rodrigo De Paul vive de otra manera los partidos contra Brasil: como en la final de la Copa América en Río de Janeiro, el volante fue uno de los puntos más altos de la Selección en el empate en San Juan. Con el habitual despliegue y entrega, cortó e hizo jugar al equipo de Lionel Scaloni. “Estos clásicos son lo más lindo que hay”, explicó el volante apenas terminó el 0-0 contra la Verdeamarela.
El mediocampista del Atlético Madrid no sólo aportó su garra, hasta estuvo cerca de mandarla a guardar en el arco defendido por Alisson. Sobre el final del primer tiempo, recibió de Acuña y desde el borde del área sacó un remate a colocar de derecha: el arquero del Liverpool se tuvo que estirar, la tocó y envió la pelota al corner. Llegó con la justo y evitó el gol de De Paul.
“Queríamos regalarnos, a nosotros y a la gente, una victoria en el último compromiso del año. Nos vamos contentos, sumamos otro puntito y estamos más cerca de Qatar”, fue su primer análisis desde el campo de juego en San Juan. Y agregó: “Dimos una muestra más de esfuerzo y compromiso. Ahora queda descansar y volver en enero “.
Para De Paul, el Scratch viajó a Argentina con una cuenta pendiente tras el Maracanazo en la Copa América. “Ellos venían a buscar la revancha, seguramente tenían esa espinita”, comentó. Justamente en Río fue donde se dio su consagración en la Selección: fue su mejor partido con la celeste y blanca.
Además, hizo un análisis sobre el próximo rival: Chile, en enero. “Será un lindo rival, un rival duro. Ellos se van a jugar mucho también, están peleando ahí. Ya tendremos tiempo de preparar ese partido, pero creo que cerramos el año muy bien”.
Y a modo de balance de un 2021 glorioso, dijo: “Si hacemos un análisis de este año, fue hermoso. Lo que vivimos con la gente… Todo fue redondo. Ahora que terminó todo, lo analizaré y estaré muy feliz”.