Un adolescente de 14 años murió este fin de semana en la provincia de Córdoba luego de recibir un disparo en la frente en el marco de un confuso episodio con un joven de su misma edad.
La tragedia ocurrió en la localidad cordobesa de Morteros, donde -según los datos recabados hasta el momento- la víctima estaba manipulando armas de fuego junto a algunos compañeros, en el contexto de lo que sería un juego.
En la esquina de las calles Marconi y Fleming, el joven recibió un disparo en la frente por el que quedó gravemente herido. Desde allí, lo trasladaron en ambulancia hacia el Hospital Dr. Sauret donde, los médicos confirmaron su muerte.
En el marco de la investigación, algunos testigos que se encontraban en la zona al momento del hecho afirmaron que un grupo de chicos estaban manipulando armas y aseguraron saber quién fue el que generó el disparo fatal: otro adolescente de la misma edad.
El hecho es investigado por la Fiscalía de Instrucción a cargo de la doctora Paula Sticca. Se ordenó custodia policial en el hospital y en los domicilios de la víctima fatal y del chico señalado como el responsable del disparo hasta tanto se aclare qué fue lo sucedido.
Este viernes, la Policía de la Ciudad recibió una denuncia por tiros registrados en el interior de la villa Zavaleta, en el sur de la Ciudad.
Cuando llegaron los agentes, los disparos ya habían cesado. No obstante, se llevaron una sorpresa: los balazos no se habían dado en el marco de algún enfrentamiento entre grupos de la zona, sino en el velatorio de un joven asesinado.
Los amigos del joven 22 años, que falleció el 25 de octubre en el hospital Penna, decidieron despedirlo disparando una serie de balas al cielo.
Según informaron fuentes policiales, el joven fallecido sería un ladrón que había sido baleado por otra banda del mismo barrio, ubicado en el límite entre Barracas y Pompeya.
Tras la llegada de los policías al lugar, los protagonistas del extraño velorio se mostraron molestos, lo que escaló la tensión en la zona.
La causa, caratulada como “averiguación de disparos de arma de fuego”, quedó en manos de la fiscal Santurian Rolero.