Alberto Fernández dijo que “la negociación con el FMI va avanzando con dificultades” y la condicionó a los “muchos intereses en pugna” involucrados en las tratativas. Las declaraciones del Presidente fueron este domingo, al llegar a Glasgow, en Escocia, desde Roma, donde concurrió a la cumbre del G20, con la que se consideró “satisfecho”.
“Estoy satisfecho, los objetivos que nos planteamos los logramos, y pudimos avanzar en algunos otros, y eso para mí es valioso”, dijo Fernández en la noche de este domingo en conferencia de prensa ante medios argentinos que lo acompañan en la gira.
El mandatario resaltó que “el vínculo que logramos con Europa, con Alemania, Italia, España y Francia es muy importante para nuestros planteos ante la comunidad internacional financiera”.
“Nuestros ministros de Finanzas esperan con interés que se siga debatiendo la política de sobrecargos en el Directorio del FMI en el contexto de la revisión intermedia de los saldos precautorios”, resumió el comunicado del G20, en el que se coló el reclamo argentino sobre ese punto ante el ente multilateral.
Para el proceso de negociación con el Fondo quedaron en Roma el ministro de Economía, Martín Guzmán; y el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Beliz.
“Creo que lo que tuvo mucho sentido para Argentina es que vinimos a plantear lo que está pasando en nuestra parte del mundo”, indicó el Presidente.
Fernández advirtió que “el mundo de la post pandemia es un mundo sufrido, donde hay muchos países endeudados y en crisis”. “Nosotros lo que hicimos en los tres discursos fue marcar los problemas de financiamiento que va a atravesar el mundo después de la crisis del coronavirus, entre ellos la Argentina”. repasó.
Y amplió: “Quisimos advertir que estamos ante un problema económico de gran seriedad, de enorme desigualdad, que esa desigualdad reclama financiamiento y que ese financiamiento el mundo desarrollado lo tiene cubierto”.
Para Fernández, “es evidente que Argentina no puede pagar 19 mil millones de dólares el año que viene”, y explicó que se está trabajando para “lograr un acuerdo que sea sostenible, que no se postergue el desarrollo” y no se imponga un plan que “cueste socialmente” sino “que se pueda cumplir en el tiempo”.
El mandatario apuntó contra Mauricio Macri y consideró que “está claro que lo que firmó” es “imposible de cumplir y está claro que fue un acuerdo de un plan que propuso el Fondo y que en la primera revisión se demostró su fracaso”.
Sobre la postura de los países europeos al planteo argentino consideró: “Hago una tarea laboriosa con toda Europa, que en esta oportunidad volvió a repetirse, con (Angela) Merkel, (Emmanuel) Macron, Pedro Sánchez”.
“Lo que logramos ahora es que el G20 entienda el planteo de Argentina y que ponga resiliencia para los países de renta baja y media, que era nuestro reclamo, y el G20 le planteó al Fondo discutir los sobrecargos”, completó.
En cuanto al encuentro que mantuvo con Kristalina Georgieva, la titular del Fondo, contó que “la negociación va avanzando con las dificultades que supone” porque “hay muchos intereses en pugna, hay un mundo financiero que ha demostrado un fracaso y que se resiste a cambiar y a aceptar la crisis que ha generado”.
Según Fernández, “fue una buena reunión” donde ambos se dijeron “francamente las cosas” y en la que el Presidente ratificó su deseo “de cumplir los compromisos, pero no a costa de postergar a la gente”.
“Fue fructífera, buscamos mecanismos para seguir avanzando y encontrar puntos de acuerdo. Hablamos de los sobrecargos, me dijo que estaba previsto que se analice en diciembre” en la reunión del FMI, añadió.
Fernández recordó que “en diciembre se reúne el directorio y, entre otros temas, van a tratar esta recomendación que se le ha dado. Yo entiendo que si habla conmigo y tenemos un permanente contacto, la predisposición existe”, insistió.
Tras aclarar que aún no habló con la vicepresidenta Cristina Kirchner -quien quedó formalmente a cargo del Gobierno ante el viaje- y que lo hará “en las próximas horas”, refirió que con el mandatario estadounidense Joe Biden tampoco dialogó sobre la posibilidad de un viaje a los Estados Unidos.
“La casualidad dio que la mujer de Biden se ubicó a mi lado y tuvimos una muy buena noche. Fue muy lindo encontrarlo, veo muchos de sus planteos con simpatía”, describió el breve encuentro.