El presidente Alberto Fernández anticipó este jueves que convocará para enero próximo al Consejo Económico y Social, que estará encabezado por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, para planificar políticas a largo plazo y cuestionó a los “sectores que pretenden generar desaliento” con la movilidad jubilatoria y la vacuna porque, dijo, “quieren un pueblo con los brazos caídos”.
Fernández pidió “a los argentinos que entiendan que hay sectores que buscan generar desaliento con la movilidad jubilatoria y la vacuna porque lo que quieren es un pueblo que tenga los brazos caídos porque, cuando eso pasa, llegan los que endeudan y el dinero se fuga”.
“Necesitamos un pueblo movilizado, ávido de derechos y que nos reclame qué es lo que debemos hacer”, señaló Fernández en una entrevista que concedió esta mañana a Radio 10.
Fernández adelantó que será ese mismo espacio el que terminará de darle forma a un proyecto de ley para reglamentar su funcionamiento, que será luego enviado al Congreso para su tratamiento.
Con la creación de ese organismo, el Gobierno nacional buscará planificar políticas a largo plazo, con un mandato para su titular de cinco años y áreas de trabajo vinculadas a la educación, el desarrollo regional, ciencia y tecnología, empleo y jubilaciones.
Se trata de una iniciativa que el Presidente anunció al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso el pasado 1 de marzo, cuando adelantó que el organismo tendrá como tarea “responder de forma colaborativa a las siguientes preguntas: ¿Cómo promover las decisiones estratégicas y los trabajos del futuro? ¿Cómo atender la agenda del cambio climático? ¿Cómo atraer la riqueza argentina en el exterior, con fines productivos? ¿Cómo generar mejores instituciones?”.
En otro orden, y respecto a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, el jefe de Estado consideró que “vamos avanzando bien” y sostuvo que el organismo internacional de crédito “ve resultados de nuestra gestión”, al asegurar que “los equipos técnicos sintonizan con nuestros planteos, que Argentina crezca para pagar”.
Fernández destacó además la negociación con los acreedores privados, al asegurar que la quita que logró el país se destinará en 2021 “a la producción y al trabajo” y reiteró que las tratativas para alcanzar un acuerdo con el FMI “están bien encaminadas”.
Consultado sobre afirmaciones del exministro de Economía Roberto Lavagna en torno a la gestión del Gobierno nacional, el mandatario dijo que “toma a bien sus críticas”, al afirmar que cree “en su honestidad intelectual” aunque “no necesariamente” las comparte.
Sostuvo que el excandidato presidencial “más que críticas propuso objetivos” y en eso no están “en desacuerdo”.
Sin embargo, el Presidente diferenció a Lavagna de “los diputados que dicen representarlos”, al considerar que tienen “una conducta obstruccionista, competitiva en términos políticos” que no le gustan.
“Eso suelo hablarlo con Roberto, por eso hago una diferencia en ese sentido”, explicó Fernández y se preguntó: “¿Quién no quisiera tener un un hombre como Lavagna en el Gobierno?”.
Al realizar un balance de su gestión, el jefe de Estado sostuvo que “fue un año muy difícil. Nadie sabe lo que tuvimos que enfrentar: no había ningún manual y no sabíamos si íbamos a lograrlo. Siento en paz con mi conciencia. Pusimos todo nuestro esfuerzo”.
No obstante, agregó, que “en algún caso nos pudimos equivocar como con Vicentin” pero, aseveró: “Tomamos el camino correcto en la mayoría de los casos: la Argentina no podía pagar esas tarifas. Celulares, internet y servicios públicos y el Estado permitiera cobrar cualquier precio. Fue el camino correcto”, enfatizó.
Respecto a la decisión del Gobierno nacional de intervenir esa cerealera, Fernández sostuvo que “éramos nosotros contra todo un pueblo, el campo que los defendía como sector económico y, en ese contexto, salvarle la vida a los que generaron la crisis”, al afirmar que “si todos ponían el hombro, el Estado hubiera podido generar una empresa testigo”.
“Qué íbamos a hacer? Salvarle las papas a los Nardelli?”, se preguntó el Presidente en referencia a la familia responsable de la cerealera, y agregó: “Me sentiría un tonto si fuera como Papá Noel para esta gente. Ahora añoran la posibilidad que intervenga el Estado, ahora no cobran los sueldos, esos son aprendizajes”, enfatizó el mandatario.