Los investigadores del crimen de Enzo Ramón Aguirre, el joven de 23 años asesinado el viernes en un hotel del barrio porteño de Retiro, aguardaban los resultados de una serie de peritajes realizados en la escena del crimen para ver si los asesinos dejaron algún rastro que permita identificarlos, informaron hoy fuentes judiciales y policiales.

“Tenemos la esperanza de que haya alguna huella dactilar o algún rastro de ADN que nos permita llegar a los asesinos”, dijo este lunes un investigador judicial de la causa.

La escena del crimen, la habitación 214 del segundo piso del hotel Le Petit Suites, situado en Esmeralda 933, fue inspeccionada por los expertos en rastros de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía de la Ciudad.

Según las fuentes, allí se levantaron rastros, huellas y algunos objetos que podrían ponerle nombre y apellido a los dos sospechosos que entre la noche del jueves y la madrugada del viernes fueron al hotel a tener un encuentro sexual pactado con Aguirre.

Al tratarse de un caso que por el momento tiene autores ignorados, la investigación de la causa está dirigida por la fiscal Paula Asaro, de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 49, con la intervención del Juzgado 24 del mismo fuero, a cargo del juez Alfredo Godoy.

Asaro también espera que alguna evidencia genética pueda surgir de los hisopados realizados bajo las uñas de Aguirre en la autopsia, de los precintos que tenía colocados el cadáver en las muñecas y del análisis de las pendas de vestir -un calzoncillo y una remera-, que los asesinos le colocaron al joven dentro de la boca y produjeron su sofocación.

Los pesquisas también cuentan con una serie de videos de las cámaras de seguridad del hotel, donde se ve que a las 23.50 llegaron al hotel los dos sospechosos, un hombre de cabello rubio y otro morocho, que habían pactado el encuentro con Aguirre.

En dichos videos, a ambos hombres se los ve entrar, dirigirse a la habitación de la víctima y luego retirarse del lugar.

“El problema es que quedaron filmados con barbijo colocado”, comentó a Télam uno de los investigadores.

Si bien los asesinos le robaron a Aguirre su teléfono celular, la fiscal espera que de los reportes de sus últimas comunicaciones y de la actividad de esa línea telefónica surja alguna pista que identifique a los presuntos asesinos, al igual que del análisis de las redes sociales de la víctima.

De acuerdo a lo que por el momento logró reconstruir la fiscalía de Asaro en base a lo declarado por allegados de la víctima, Aguirre (23) era correntino, hace unos años vino a vivir a Buenos Aires, alquilaba en Le Petit Suites con un amigo para compartir gastos y trabajó de mozo y bailarín en un bar de la comunidad LGTB+ hasta que por el cierre del local por la pandemia se quedó sin ese empleo.

Por ello, Aguirre había comenzado hace unos meses a ofrecer servicios sexuales en un portal de citas y justamente el jueves pasado, les comentó a dos amigos con los que cenaba en un restaurante de Palermo Hollywood, que debía dejarlos para encontrarse en el hotel de Retiro con dos clientes que le confirmaron una cita por WhatsApp.

Aguirre llegó a las 23.30 a Le Petit Suites, su compañero de alquiler le dejó la habitación para que pudiera concretar el encuentro y cuando regresó una hora y media más tarde, alrededor de la 1 ya del viernes, encontró a Aguirre asesinado en la cama, con las manos sujetadas por detrás de la espalda con precintos.

La autopsia, determinó que Aguirre murió de una asfixia mecánica por sofocación con un calzoncillo tipo bóxer y una remera que sus homicidas le colocaron dentro de la boca y anudaron firmemente.

También presentaba seis excoriaciones compatibles con estigmas ungueales (arañazos) en la frente, los labios con lesiones internas por la compresión durante la sofocación y un golpe en el hombro izquierdo.

Si bien la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) pidió que se investigue el caso como un crimen “por odio de género”, la principal hipótesis de la fiscal Asaro y los detectives de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad es que se trató de un homicidio en ocasión de robo.

Según las fuentes, el sitio había sido revuelto y además del Smartphone, a Aguirre le robaron una suma de dinero -aún no precisada-, que guardaba en una caja de seguridad que fue hallada abierta en la habitación.

Los investigadores intenta determinar si los autores de este crimen es un dúo que suele contactar trabajadores sexuales u hombres de la comunidad gay, a los que engañan con el ardid de mantener un encuentro íntimo, cuando el objetivo es robarles.

De hecho, al enterarse del crimen de Aguirre, un taxiboys fue a declarar espontáneamente en la fiscalía que días atrás a él lo habían asaltado con esa modalidad y que lo amordazaron para robarle, pero que no concretaron el atraco porque justo apareció un conocido suyo y los delincuentes escaparon.

Dos eventos fueron convocados a través de redes sociales para pedir justicia y el esclarecimiento del homicidio de Aguirre: a las 12.30 una marcha en plaza Congreso y a las 21 una vigilia con velas en la puerta del hotel donde fue asesinado, en Esmeralda 933.

By Matias

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *