La ministra de Seguridad, Sabrina Frederic, aseguró hoy que el Gobierno mantiene una negociación con los grupos mapuches que toman tierras en Villa Mascardi, Río Negro, y destacó que se está “yendo por el camino del diálogo, porque en 2017 esta misma toma terminó en allanamiento, desalojo y una persona muerta”.
En el mismo sentido se expresó la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, quien afirmó que la toma de tierras “es un problema complejo que no tiene una solución simple” y consideró que “tiene que estar clara la posición del Estado nacional y provincial y tiene que ser una posición muy firme”.
Carreras se reúne hoy con el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y otros funcionarios nacionales para tratar la cuestión.
El fin de semana, el Gobierno provincial ordenó detener el avance de una manifestación hacia el Mascardi en contra de estas tomas y desde el ministerio de Seguridad se denunció la situación también.
“Se generó una situación riesgosa porque una manifestación iba a encontrarse con un grupo beligerante y, por ese motivo, se dio la orden de que se detuviera el avance de la marcha por poner en riesgo la integridad de las personas”, explicó en diálogo con radio Metro la gobernadora.
La denuncia por parte del Ministerio de Seguridad nacional en relación a esa situación “no apuntó a los que estuvieron en la marcha, sino a quienes incitaban a la violencia en ese contexto”, agregó.
“Hay que entender que el pueblo mapuche es pacífico, pero este grupo particularmente es un grupo anarquista, que actúa encapuchado, que se identifica como una comunidad mapuche y tomó tierras del Parque Nacional Nahuel Huapi y actúa de manera agresiva, lo que pone en riesgo la integridad de las personas y de las propiedades en Villa Mascardi”, dijo Carreras.
En este contexto, Frederic aclaró que las denuncias presentadas por el Ministerio de Seguridad en relación con la marcha del sábado, en la que vecinos se opusieron a las tomas, apuntaron a “denunciar la posible comisión de un delito, ante la información de que había personas que se estaban armando” y que de ninguna manera se trató de una denuncia contra la manifestación.
La ministra aclaró que se tomó la medida de “denunciar”, pero “también la de desplegar efectivos de Gendarmería para evitar que los manifestantes llegaran al lago Mascardi y se desatara un hecho de violencia”.
Desde el ministerio de Seguridad también se expresó el secretario de Articulación Federal, Gabriel Fuks, quien dejó claro que el Gobierno “no tiene problema con las marchas, pero cuando alguien llama a marchar y dice hay que matarlos a todos y hay que meter bala, nos preocupa”.
El funcionario reseñó que “se trata de solucionar lo que hace tres años y medio no se pudo resolver con las balas” y que “hace tres o cuatro meses” empezaron a desandar un camino para tratar de bajar los niveles de violencia en la zona y llegar a algún tipo de acercamiento”.
Por eso, hablaron “con referentes, como el obispo, las comunidades mapuche que se enfrentan con esta otra comunidad, con la comisionada local y con el Gobierno de Río Negro”, agregó.
En este contexto, la apuesta es a través del diálogo en esta instancia en la que aún está muy fresco el recuerdo del intento de desalojo de esas tierras en Villa Mascardi por parte de la Prefectura, en 2017, que terminó con la vida de Rafael Nahuel.